Los platos son los típicos de la comida casera vienesa, y las raciones son abundantes. Además, se pueden acompañar de buenos vinos y cervezas. Respecto a los postres, hay que destacar su pastel de chocolate secreto «Sperltorte», muy rico. Mención aparte merecen sus cafés, como era de esperar, con mucha variedad (docenas de tipos) y muy bien elaborados y presentados. Por otra parte, los domingos por la tarde el café Sperl ofrece música de piano en directo, para amenizar la sobremesa. Se puede disfrutar desde el desayuno hasta la cena, pasando por comidas, meriendas o simplemente (aunque allí no es simple) un café.