Cuenta la leyenda que un domingo, antes de ir a misa, el rey fue a cazar al
bosque de esa zona, cuando apareció un venado con una cornamenta enorme que estuvo a punto de matarle. Pero
sucedió un milagro, apareció una cruz dorada entre las astas del animal y dos ángeles que le hicieron huir. Desde entonces ese es el símbolo de Holyrood, la cabeza del venado con sus cuernos y una cruz en medio. Hoy se sabe que los dos ángeles eran dos jóvenes plebeyos de la zona, a los que el rey nombró caballeros. En cualquier caso, la abadía existe gracias a este episodio milagroso. Y hoy en día podemos maravillarnos en ella.