Cataratas del Krka
El río Krka y su Parque Nacional se encuentran en la región croata de Dalmacia, y tiene un acceso muy sencillo desde la autopista que recorre Croacia (A1).
El Krka fluye a través de una meseta calcárea, formando a su paso multitud de cascadas y saltos de agua, que se pueden observar desde caminos y pasarelas de madera.
Desemboca en la ciudad de Sibenik y está a mitad de camino entre Zadar y Split, todas ciudades marítimas con mucha historia que recomendamos visitar.
Durante el verano el agua está genial de temperatura, nosotros estuvimos bañándonos varias horas sin problemas, es muy agradable. El agua tiene un color entre azul turquesa y verde esmeralda que es precioso. Además es tan cristalina que, a pesar del movimiento de las cascadas, se ve el fondo.
Al meterte en el agua y sentir la fuerza de la catarata te das cuenta de que estás en una piscina natural impresionante. También es un buen sitio para hacerte fotos bajo alguna de las cascadas pequeñas a las que se puede acceder o con el fondo de la catarata más grande, que está guardada con una barrera flotante como las de las piscinas.
Por otra parte, si visitamos el parque en épocas del año más frías también podremos disfrutarlo, ya que está lleno de rutas a pie bien indicadas. Y podremos observar su fauna, muy rica y variada, compuesta por aves, peces y mamíferos. La flora también es muy diversa, y se integra a la perfección con las cascadas.
A pesar de que los Lagos de Plitvice son más famosos, los del Krka no se quedan atrás, y los mejoran en algo fundamental: la posibilidad de bañarse de forma legal en sus aguas, siendo el único Parque Natural de agua dulce en Croacia donde podremos hacerlo.