El Stari Most (o Puente Viejo) de Mostar, en la región Herzegovina de Bosnia, es el monumento principal de la ciudad, y su símbolo más destacado. Une las dos orillas del río Neretva para comunicar el barrio del centro histórico, de estilo medieval y con el suelo empedrado, y está flanqueando por dos torres: Halebija y Tala.

Existe desde el siglo XVI, la época otomana de esa región. Pero es tristemente famoso porque fue volado durante la guerra de Yugoslavia, en 1993, convirtiéndose además en el símbolo más destacado de ese conflicto, que dejó más de 200.000 muertos.
Cuando terminó la guerra comenzaron las labores de reconstrucción siguiendo métodos tradicionales de construcción de la época original, llevando varios años completarlo, hasta 2004. De ese modo también pasó a ser el símbolo de la reconciliación nacional bosnia. Y es que el Stari Most nunca ha sido solo un puente. Hoy está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con el barrio que lo rodea.
Como curiosidad destacamos que, en la actualidad, algunos jóvenes se tiran desde él al río, previa colecta turística, desde una espectacular altura de 20 metros. Además, hasta que se reconstruyó, los soldados españoles destinados en Mostar como parte de la misión de paz de la ONU construyeron un puente temporal (existe una Plaza de España en la ciudad en agradecimiento).